PROBLEMAS DE INTEGRACIÓN SENSORIAL

La habilidad de organizar las sensaciones que recibimos del ambiente y nuestro propio cuerpo es esencial para el desarrollo armonioso de el/la niño/a. El procesamiento e integración de las sensaciones constituye una base fundamental para el desarrollo de las habilidades de la vida diaria, del desarrollo socio-emocional, del funcionamiento motor y de los aprendizajes complejos.

El procesamiento sensorial es un proceso neurológico, nuestro cerebro recibe información de nuestro cuerpo y del ambiente que le rodea, interpreta esas señales, y organiza el comportamiento para dar respuesta a los desafíos que se nos presentan. Es un proceso que generalmente se da de manera inconsciente y automática. Cuando nuestro cerebro es capaz de procesar gran cantidad de información, nos permite producir continuamente de manera espontánea y fluida respuestas organizadas para poder aprender y organizar nuestro comportamiento social.

En cambio, cuando hay una disfunción de la capacidad de procesar o integrar las sensaciones, la información que recibimos sobre el contexto y nosotros mismos es confusa y desorganizada provocando que no podamos atender, comprender y/o comportarnos de manera adecuada.

Las  disfunciones que se pueden observar son:

  • – Pobre registro y/o una modulación inadecuada, provocan dificultades de regulación emocional y conductual. Así como dificultades para regular su nivel de alerta y atención.
  • – Pobre discriminación y/o con la integración, las dificultades estarán más relacionadas con la planificación motora, secuenciación, torpeza motora, control postural, etc.

Las manifestaciones que podemos ver en los más pequeños que son señales de alarma y que nos hacen sospechar de que el/la niño/a presenta un problema de procesamiento sensorial son los siguientes:


  • BEBÉS


  • NIÑOS/AS 2-3 AÑOS


  • NIÑOS/AS 3-5 AÑOS


  • NIÑOS/AS +6 AÑOS

INDICADORES EN BEBÉS

  • - Su tono es blandito o rígido.
  • - No le gusta estar boca abajo y evita darse la vuelta.
  • - Le cuesta succionar, las tomas se alargan, se fatiga y se atraganta con facilidad.
  • - Le ha costado empezar a reptar, sentarse, gatear y/o ponerse de pie.
  • - Apenas explora el ambiente.
  • - Es difícil de consolar, es un/a bebe excesivamente demandante.
  • - No necesita de la presencia e interacción del cuidador para estar tranquilo y satisfecho.
  • - No le gusta que le cambien el pañal, le bañen y/o le den cremas ni que le desvistan o le vistan.
  • - Le cuesta conciliar el sueño.
  • - Reacciona de manera negativa a los estímulos inesperados (bebes mayores de 3 meses).
  • - Necesita estar siempre en brazos.
  • - La transición a la comida solida es complicada, no le gusta probar alimentos nuevos, no le gusta tocar la comida, no le gustan las texturas de los alimentos (bebes mayores de 6 meses).

INDICADORES EN NIÑOS/AS DE 2-3 AÑOS:

  • - Bajo tono.
  • - Tiende a jugar todo el tiempo a juegos con movimiento o no le gustan los juegos con movimiento, solo participa en actividades sedentarias.
  • - Le cuesta soplar, masticar y/o chupar.
  • - Tiene pataletas frecuentemente; es difícil de consolar.
  • - Se pone nervioso en ambientes muy activos o con bullicio (p. ej., fiestas de cumpleaños, etc.)
  • - Prefiere ir desnudo o sólo con ropa ajustada y de manga larga. Le molestan etiquetas de la ropa y ciertas telas.
  • - Tiene una dieta restringida: sólo come alimentos de ciertas texturas, sabores o temperatura.
  • - No le gusta y se resiste a que le cojan en brazos, no le gusta que lo abracen.
  • - Le molesta que lo bañen, le laven el pelo, le cepillen los dientes o el pelo.
  • - No muestra interés por aprender y hacer las tareas de autonomía el/ella solito/a (desvestirse, ponerse algunas prendas, usar cubiertos para comer).
  • - Logro de hitos del desarrollo tardíos.
  • - Pobre desarrollo del lenguaje.

INDICADORES EN NIÑOS/AS DE 3-5 AÑOS:

  • - Tono muscular bajo: parece débil o blandito.
  • - Se sienta en postura de “W”.
  • - Frecuentemente se choca con objetos o personas, invade el espacio personal de los demás.
  • - Aprieta en exceso cuando manipula los objetos con la mano: por ejemplo: Rompe juguetes o pinturas con facilidad.
  • - Agarra el lápiz con la mano en un puño.
  • - Se angustia cuando sus pies dejan de estar en contacto con el suelo: no le gustan los columpios, saltar desde altura y/o trepar.
  • - No muestra interés por actividades de motricidad fina: pintar, cortar con tijeras, etc.
  • - Le cuesta masticar, soplar o chupar.
  • - Le cuesta conciliar el sueño.
  • - Es demasiado activo; se mueve rápidamente, le cuesta mantenerse en los juegos y/o actividades.
  • - Le cuesta centrarse en las actividades.
  • - Suele tener pataletas frecuentes.
  • - Los cambios le resultan perturbadores, le cuesta cambiar de una actividad cotidiana a otra.
  • - Requiere demasiada ayuda para realizar las tareas de vestido, higiene y etc.
  • - Requiere de más repetición que otros/as niños/as de su edad para aprender actividades nuevas.
  • - Es selectivo con las comidas: solo come alimentos con algunas texturas, sabores y/o temperatura. Se resiste a probar nuevos alimentos.
  • - No le gusta bañarse, que le corten el pelo o las uñas, le molestan algunas prendas y/o etiquetas y no le gusta que lo abracen.
  • - Reacciona negativamente ante algunos sonidos/ruidos: Se cubre los oídos ante algunos sonidos, llora con los ruidos inesperados…
  • - Le cuesta jugar con sus iguales.
  • - Presenta un retraso en la adquisición del lenguaje.

INDICADORES EN NIÑOS/AS DE MÁS DE 6 AÑOS:

  • - Tono muscular es bajo: tiende a estar tirado en la mesa o la silla.
  • - Evita realizar actividades motoras como saltar, trepar, columpiarse, andar en bici y/o patines.
  • - Parece torpe en comparación con sus iguales.
  • - Aprieta en exceso cuando manipula cosas con las manos: Rompe pinturas, usa demasiada fuerza al escribir, rasga el papel y/o rompe la punta del lápiz constantemente.
  • - No le gusta escribir: le cuesta trazar las letras, necesita mucho tiempo, se cansa haciéndolo.
  • - Le cuesta concentrarse.
  • - Es muy sensible y tiene reacciones exageradas al tacto, a los sonidos, y a los olores
  • - Tiene una dieta muy limitada: evita probar alimentos nuevos.
  • - Es muy activo, no para de moverse, le cuesta parar.
  • - Tiende a invadir el espacio de los demás.
  • - Es rígido y/o obstinado.
  • - Le cuestan los cambios inesperados en los planes.
  • - Necesita practicar más que otros niños para aprender habilidades nuevas.
  • - Es desorganizado: su escritorio está desordenado, se olvida las tareas en casa o en el colegio, pierde sus pertenencias…
  • - Tiene dificultades para llevar a cabo tareas que tienen muchos pasos.
  • - Le cuesta hacer amigos entre niños de su edad.
  • - Escribe las letras al revés: p. ej. la b como d, o no separa las letras o palabras en el renglón.
  •  - Le cuesta seguir instrucciones.